El
proyecto desarrollado por el IES Miguel Catalán propone que sus estudiantes
colaboren con organizaciones del entorno, en este caso en el municipio
madrileño de Coslada.
La base
principal del proyecto es crear una comunidad mejor, proyectos que son pequeños
avances y mejorías, pero que pueden llegar a tener una gran repercusión. Para
ello, en los diferentes cursos desarrollan actividades distintas como:
colaboración con el banco de alimentos, protectora de animales, bibliotecas hospitalarias
o residencias de ancianos.
Este
proyecto busca dar a conocer a los jóvenes el tipo de ayuda que pueden ofrecer
a su comunidad y así educar en valores. Se aproxima de esta forma al alumno a
la realidad ciudadana de su entorno y educando al alumnado en el esfuerzo y la
colaboración.
Con la
colaboración se promueve el aprendizaje humano, puesto que los alumnos/as
podrán observar de primera mano las necesidades o dificultades que se encuentran
los miembros de su comunidad, tomarán por tanto un rol activo para intentar
solventar los problemas que se les presentan. Asimismo, la ayuda comunitaria es
un incentivo para que los jóvenes puedan conocer sus aspiraciones o gustos de
carrera, se trata de una pequeña orientación sobre el futuro laboral para los
alumnos/as.
El
modelo de proyecto de Aprendizaje Servicio se ha impuesto en muchos centros
educativos y de diversos niveles. Es así que incluso las universidades apoyan
este tipo de educación. Un ejemplo de ello es la Universidad de Navarra, cuyos
alumnos/as, a través de los conocimientos adquiridos durante sus estudios, desarrollan
actividades o incluso Trabajos de Fin de Grado que se convierten en una mejoría
ciudadana. Este tipo de proyectos tienen una repercusión más allá de las
fronteras de nuestro país, pudiendo llevar a cabo la construcción de una
escuela en Kenia.
Desde mi
punto de vista, las iniciativas ApS favorecen el conocimiento del entorno,
tanto cercano como no. Centrándonos en cursos de primaria y secundaria, se
trata de un proyecto que favorece que los jóvenes conozcan el entorno de su
ciudad, sus ONG’s o servicios a los que pueden prestar ayuda, porque a pesar de
que muchas asociaciones se encuentren próximos a ellos, suelen resultar
desconocidas. Es desde el centro educativo desde donde se debe involucrar al
alumnado en la vida ciudadana, ya que el centro es el lugar en el que se forman
ciudadanos del futuro, y la base de la ciudadanía es conformar una comunidad
apta para todos.
En
último lugar, más allá de los conocimientos base de la educación, los valores
es una cuestión fundamental en la formación del alumnado, destacamos la frase
de una alumna del IES Miguel Catalán: “poder expresarte sin miedo, eso te va a
valer más en la vida. Biología también, pero puedes estudiarlo cuando quieras.
Esto si no lo aprendes ahora, tal vez después no puedas”. Es así que todos los
valores de comunidad que podamos transmitir a los jóvenes desde edades
tempranas, se verán reflejados en una comunidad amable y preocupada por el otro.
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